Cloro y agua caliente: realizar esta combinación es un grave error. Nuestra mezcla puede convertirse en gas cloro, que “afecta al sistema respiratorio, provoca tos, dolor pectoral y hasta retención de agua en los pulmones”, advierte el organismo.
Cloro y alcohol (líquido o en gel): esta es otra mezcla peligrosa, ya que puede liberar cloroformo, que además de causar mareos y náuseas puede dañar al sistema nervioso.
Cloro y agua oxigenada (peróxido): unir estos dos químicos puede generar cloratos y gas cloro, compuestos tóxicos que afectan a las membranas mucosas, como los ojos, la garganta y los pulmones.
Cloro y vinagre: mezclar cloro y vinagre también lastima las membranas mucosas, al liberar ácido peracético y gas cloro.
Cloro y amoniaco: combinar un producto con cloro y otro con amoniaco es realmente peligroso, ya que corremos el riesgo de crear por desconocimiento cloramina. Este químico “produce daños pulmonares y de hígado” y en casos leves “dolor de cabeza y dificultad para respirar”, explica Profeco.
Cloro y ácidos cítricos: estos dos compuestos unidos pueden provocar gas cloro, que al ser tóxico puede afectar gravemente al sistema respiratorio. Quien lo inhala puede llegar incluso a retener líquido en los pulmones.
Cloro y ácido muriático: unirlos también puede liberar gas cloro.